Cansados de esperar a que las generaciones anteriores resuelvan los problemas globales, el activismo juvenil está ganando impulso a un ritmo sin precedentes. Los recientes avances en tecnología han hecho mucho más fácil que las voces de la juventud sean escuchadas en todo el mundo. En esta serie de “Juventud en el Activismo Digital”, la UNAI presenta a jóvenes activistas que toman en sus propias manos los problemas más apremiantes del mundo.

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“Desde que era una ni?a, recuerdo que cuestionaba a las heroínas que aparecían en las películas infantiles: ?por qué no se defienden a sí mismas?” Selin ?zünald?m, una activista de 17 a?os de Turquía, siempre ha sentido pasión por los problemas sociales, especialmente por los derechos de las mujeres. Curiosa por naturaleza, ella recuerda cuestionarse la mayoría de las cosas de la vida mientras crecía, como los roles de género de los programas de TV y películas para ni?os. Selin encontró su modelo a seguir en el “mundo real”, principalmente en Michelle Obama. “Ella nos mostró lo importante que es no rendirse, desafiar la situación, trabajar duro, creer en ti misma y, por supuesto, de rodearte de tu gente.”

Deseosa por seguir los pasos de la ex-primera dama de los Estados Unidos, a los catorce a?os Selin envió un correo electrónico a ONU Mujeres, la organización de las Naciones Unidas dedicada a defender los derechos humanos de las mujeres, y preguntó qué podía hacer para ayudar a difundir el mensaje de la organización. Con el apoyo de ONU Mujeres, que proporcionó a Selin “kits de inicio” y consejos para comenzar a tener un impacto, ella pudo establecer el primer club HeForShe en su escuela en Turquía, el cual es un movimiento global creado por ONU Mujeres que alienta a hombres y ni?os a participar en el activismo por la igualdad de género, Selin continuó con la creación de dos iniciativas fuera de su escuela: Girl Up Estambul y Girls Who Code Turquía. Girl Up es una campa?a iniciada por la Fundación de las Naciones Unidas para ayudar a las ni?as a desarrollar sus habilidades de liderazgo. Girls Who Code se enfoca en ense?ar los conceptos básicos de programación informática a ni?as jóvenes y alentarlas a involucrarse más en las STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas). A través de estas iniciativas, Selin espera abolir los estereotipos de género que, en una instancia, han desalentado a las mujeres a involucrarse en estos campos. Gracias a su pasión y determinación, programas similares ahora florecen en Turquía. Ahora hay dos clubes más de Girl Up en el país, ubicados en Ankara e Izmir. Además, las iniciativas tienen un alcance total de más de 264,000 personas a través de redes sociales, de la prensa y de eventos.

Sin embargo, todo este progreso se detuvo repentinamente en la primavera del 2020 debido a la pandemia del COVID-19, la cual ha tenido efectos perjudiciales para las oportunidades de educación, trabajo y otras actividades de las mujeres y las ni?as. El Informe de la Brecha Global de Género 2021 del Foro Económico Mundial muestra que la “brecha global de género” ha aumentado de 99.5 a?os a 135.6 a?os debido a la pandemia, lo que significa que es probable que ahora se necesite más de un siglo para lograr la igualdad de género en todo el mundo. Los datos muestran que todos los tipos de violencia contra las mujeres y las ni?as, especialmente la violencia doméstica, se han intensificado en el contexto de los confinamientos y medidas similares implementadas en todo el mundo.

La pandemia también ha obligado a Selin a reconsiderar cómo conectarse con sus colegas. Por ejemplo, la iniciativa Girls Who Code ya no pudo realizar talleres y sesiones de ense?anza en persona. Con más personas confiando en Internet para obtener información, decidió abordar el tema del uso seguro de Internet, abarcando temas como la violencia de género que ocurre tanto en línea como en persona. La iniciativa también se asoció con organizaciones no gubernamentales (ONG) para coorganizar paneles de discusión y talleres en línea. La pandemia ha llevado a las organizaciones y activistas a “moverse” en línea y ha creado una nueva oportunidad para llegar a un público más amplio. Junto con sus compa?eros, Selin ha logrado adaptarse a la situación y aprovechar las herramientas digitales para continuar difundiendo su mensaje y educar a las personas en toda Turquía sobre los roles de género.

“Mi interés en el activismo por los derechos de género es una se?al de que he logrado identificar la sensación de incomodidad y frustración que surge de los actos de violencia cotidianos, desde titulares sexistas en las noticias hasta el acoso callejero y la discriminación en el trabajo, y he logrado reconocer que no solo yo siento esto, sino que es una experiencia universal”. Sofia Scarlat, una estudiante universitaria de 19 a?os de Rumania, también se basa en herramientas digitales para promover la igualdad de género. Preocupada por la cantidad de estereotipos de género que había presenciado, fundó Girl Up Rumania, la primera organización en su país dedicada a adolescentes con el objetivo de promover la igualdad de género. Sin embargo, la pandemia ha obligado a la iniciativa, que ha llevado a cabo programas educativos, eventos, campa?as, liderado protestas, trabajado con miembros del gobierno y del parlamento en legislación y conectado a sobrevivientes menores de edad de violencia de género con expertos legales y psicológicos, a pasar por un cambio drástico en su estrategia de alcance.

Ahora su principal “campo de batalla” se encuentra en las plataformas de redes sociales: por ejemplo, promueven activamente mensajes con imágenes inspiradoras a través de su cuenta de Instagram (@girlup.romania), que cuenta con más de 51,000 seguidores. Incluso frente a la adversidad, ella se asegura de que la iniciativa proporcione, como lo describe Sofia, “una forma de conectar a los jóvenes y especialmente a las jóvenes, y hacerles saber que no están solas al enfrentar formas de violencia y opresión, y que pueden encontrar ayuda”.

Malu Gatto, profesora asistente en el University College London en el Reino Unido y especializada en derechos de las mujeres, afirma que el hecho de que la pandemia haya tenido un impacto asimétrico en las mujeres no es reconocido lo suficiente en todo el mundo. Ella enfatiza que todos los planes y políticas de recuperación deben incluir las perspectivas de aquellos que han sido más afectados por la pandemia, incluyendo a las mujeres. “Mucha de la retórica y las políticas formuladas en todo el mundo no necesariamente han adoptado una perspectiva de género al responder a la pandemia, no han priorizado los problemas de los derechos de las mujeres ni han mirado a través de la perspectiva de género”.

Apoyar los derechos de las mujeres y el trabajo de los activistas es vital para reconocer las luchas actuales y los abusos de los derechos de las mujeres que suceden cada vez más debido a la pandemia. A pesar de las dificultades para participar en el movimiento por los derechos de las mujeres en las circunstancias actuales, Selin hace un llamado a los jóvenes de todo el mundo para que se unan a su movimiento: “Pregúntate a ti mismo, si no soy yo, ?quién? Si no es ahora, ?cuándo?”.