Aunque las restricciones asociadas a la pandemia de COVID?19 se est¨¢n suavizando y la nueva normalidad es una realidad en todo el mundo, para muchos, en particular para aquellos que son ¡°socialmente invisibles¡±, la recuperaci¨®n podr¨ªa ser mucho m¨¢s dif¨ªcil. Por ejemplo, antes de la pandemia, a finales de 2018, muchas familias que viv¨ªan en zonas de S?o Leopoldo, al sur de Brasil, recibieron una orden de desalojo. La gran mayor¨ªa de estas poblaciones se encontraban en zonas vulnerables y expuestas a los riesgos ambientales.

La , instituci¨®n miembro de Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas (UNAI)?en Brasil, decidi¨® asociarse con diversas partes interesadas para crear la ¡°Misi¨®n por la Vivienda Digna¡± o Miss?o pela Moradia Digna, en portugu¨¦s, un movimiento centrado en abordar los retos de las comunidades vulnerables, estableciendo al mismo tiempo un enlace con las autoridades.

Esto tambi¨¦n est¨¢ directamente relacionado con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y, en particular, con el ?del que UNISINOS act¨²a como centro de conexi¨®n dentro de la UNAI. En la primera meta de este objetivo se establece que, para 2030 los Estados Miembros de las Naciones Unidas deben ¡°asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios b¨¢sicos adecuados, seguros y asequibles, y mejorar los barrios marginales¡±.

Adem¨¢s, desde UNISINOS tambi¨¦n se decidi¨® impulsar una red de solidaridad con las organizaciones de la sociedad civil, el municipio y los l¨ªderes locales a nivel comunitario, ante los efectos de la pandemia de COVID-19. Por parte de la universidad, un equipo compuesto por profesores, personal y estudiantes de diferentes disciplinas, dirigido por la profesora Marilene Maia, integr¨® esta red como parte de los esfuerzos en curso para ayudar a las comunidades.

El seguimiento in-loco de las comunidades result¨® ser relevante. Puso de manifiesto la necesidad de ampliar dicha supervisi¨®n, prestar asesoramiento en los procesos de regularizaci¨®n de las tierras y conocer m¨¢s a fondo dichas comunidades en t¨¦rminos de estructuras familiares y perfiles sociales, econ¨®micos y educativos. Esta informaci¨®n es de vital importancia para luego proponer y dise?ar soluciones centradas en las personas.

¡°Tras comprobar que las autoridades no ten¨ªan una base de datos actualizada, propusimos este proyecto de cartograf¨ªa social de las zonas urbanas ocupadas en S?o Leopoldo para recopilar los datos y organizar las actuaciones", coment¨® la profesora Maia. Se puso en marcha a principios de 2021 y contin¨²a hasta hoy. Los esfuerzos iniciales se tradujeron en varias reuniones electr¨®nicas de las que surgi¨® una aplicaci¨®n web para entrevistar a los l¨ªderes de la comunidad y otras personas.

Adem¨¢s, la comunidad llamada ¡°Renacer¡± o Renascer, en portugu¨¦s, fue elegida expresamente como parte de un proyecto piloto para integrar los datos sociales y f¨ªsicos georreferenciados en un sistema SIG. Los primeros resultados tras analizar los datos fueron, en palabras de los propios responsables del proyecto, bastante impactantes. Se descubri¨® que Renascer era una comunidad ¡°invisible¡±.

Aunque el t¨¦rmino ¡°invisible¡± ha resurgido en la investigaci¨®n en las ciencias sociales, todav¨ªa es relativamente desconocido. Pero el l¨ªder de esta comunidad, Adroildo Gon?alves, lo define con claridad. ¡°La invisibilidad social significa que las personas no tienen acceso a los servicios b¨¢sicos de saneamiento, agua y suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica porque no tienen una direcci¨®n v¨¢lida. Sin una direcci¨®n, los agentes sanitarios no vienen a nuestros hogares¡±, explic¨®.

Esta invisibilidad ocultaba otros aspectos sociales. El profesor Francisco Tognoli revis¨® la base de datos recopilada tras las entrevistas en tres comunidades, entre ellas Renascer. Los datos revelaron que aproximadamente el 48?% de la poblaci¨®n est¨¢ compuesta por ni?os menores de 12?a?os, y que el 21?% naci¨® despu¨¦s de la actual pandemia. Adem¨¢s, casi la mitad de las familias reciben alguna ayuda oficial del gobierno.

Esta ¨²ltima cifra indica tambi¨¦n que un porcentaje casi igual de la poblaci¨®n est¨¢ fuera de cualquier r¨¦gimen de protecci¨®n social y, por tanto, puede experimentar un mayor grado de vulnerabilidad. La mitad de los adultos est¨¢n desempleados y el 34?% trabaja de manera informal. Adem¨¢s, el 65?% de las familias sobreviven con menos de un salario m¨ªnimo brasile?o (210?USD al mes), y las donaciones de alimentos son fundamentales para garantizar su seguridad alimentaria.

Los datos tambi¨¦n revelaron que, antes de vivir en estas comunidades, una cuarta parte de las familias era propietaria de una vivienda, y que el 45?% viv¨ªa en casas de alquiler. El profesor Tognoli coment¨®, a partir de estas cifras, que el aumento de personas que viven en las llamadas localidades urbanas dentro de las zonas geol¨®gicamente inestables es una consecuencia directa de la crisis social, pol¨ªtica y econ¨®mica agravada en los ¨²ltimos a?os.

La combinaci¨®n de grandes problemas sociales, como el desempleo, las consecuencias devastadoras de la pandemia y la inflaci¨®n ha disminuido el poder adquisitivo de la poblaci¨®n y el bienestar de las familias con bajos ingresos. Se espera que esta investigaci¨®n realizada por la universidad contribuya a elaborar pol¨ªticas mejor informadas para mejorar la vida de las personas.

¡°Hemos detectado retos relativos a los grandes problemas sociales que conlleva un marco pol¨ªtico y econ¨®mico m¨¢s complejo. Pero tenemos que estudiar otras 14 comunidades m¨¢s. El trabajo no ha hecho m¨¢s que empezar", destac¨® la profesora Maia.