Hoy quiero hacer un llamamiento especial a los l¨ªderes religiosos de todos los credos para que unan sus fuerzas y trabajen por la paz en todo el mundo, centr¨¢ndose en nuestra batalla com¨²n para derrotar el COVID-19.

Lo hago en un momento muy particular del calendario espiritual.

Los cristianos conmemoran la Semana Santa. Los jud¨ªos celebran la Pascua. Y los musulmanes comenzar¨¢n pronto a observar el mes sagrado de Ramad¨¢n.

Deseo expresar mis mejores deseos a todos aquellos que participan de estos importantes momentos.

Siempre hemos sabido que estos son momentos para la comunidad. Para que se re¨²nan las familias. Para los abrazos, los saludos y el encuentro entre seres humanos.

Busquemos la inspiraci¨®n en la esencia de esas festividades sagradas y en sus momentos de reflexi¨®n, recuerdo y renovaci¨®n.

Pero ahora estamos viviendo un momento excepcional.

Estamos todos tratando de orientarnos en un mundo extra?o y surrealista.

Un mundo de calles silenciosas. Comercios cerrados. Lugares de oraci¨®n vac¨ªos

Y un universo de preocupaciones.

Nos preocupamos por nuestros seres queridos, que a su vez tambi¨¦n se preocupan por nosotros.

?C¨®mo celebrar en un momento as¨ª?

Busquemos la inspiraci¨®n en la esencia de esas festividades sagradas y en sus momentos de reflexi¨®n, recuerdo y renovaci¨®n.

Al reflexionar, dediquemos una parte importante de nuestros pensamientos a los heroicos trabajadores de la salud que est¨¢n en la primera l¨ªnea de batalla contra este horrible virus, y a todos los que trabajan para que nuestros pueblos y ciudades sigan en marcha.

Recordemos a los m¨¢s vulnerables de los vulnerables en todo el mundo. Los que est¨¢n en zonas de guerra, en campamentos de refugiados, en barrios marginales y en todos los lugares peor provistos para luchar contra el virus.

Renovemos la fe que tenemos los unos en los otros y saquemos fuerzas del bien que se est¨¢ haciendo en estos tiempos dif¨ªciles, estos tiempos en los que las comunidades de diferentes creencias y tradiciones ¨¦ticas se unen para cuidar de los suyos.

Juntos podemos derrotar a este virus, y lo derrotaremos, con cooperaci¨®n, solidaridad y fe en nuestra humanidad com¨²n.