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Influencia de las tecnolog¨ªas digitales

Las tecnolog¨ªas pueden ayudar a que nuestro mundo sea m¨¢s justo, m¨¢s pac¨ªfico y m¨¢s equitativo. Los avances digitales pueden apoyar y acelerar el logro de cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde el fin de la pobreza extrema hasta la reducci¨®n de la mortalidad materna e infantil, la promoci¨®n de la agricultura sostenible y el trabajo decente, y el logro de la alfabetizaci¨®n universal. Sin embargo, las tecnolog¨ªas tambi¨¦n pueden amenazar la privacidad, comprometer la seguridad y alimentar la desigualdad. Tienen implicaciones para los derechos humanos y la actividad humana. Al igual que generaciones anteriores, nosotros, gobiernos, empresas e individuos, tenemos que decidir c¨®mo aprovechar y gestionar las nuevas tecnolog¨ªas.

?Un futuro digital para todos?

Es la primera vez en la historia que una innovaci¨®n avanza tan r¨¢pidamente como lo han hecho las tecnolog¨ªas digitales: en apenas veinte a?os han llegado a cerca del 50 % de la poblaci¨®n del mundo en desarrollo, y han transformado las sociedades. Al mejorar la conectividad, la inclusi¨®n financiera, el acceso al comercio y a los servicios p¨²blicos, la tecnolog¨ªa puede ser un gran elemento igualador.

En el sector de la salud, por ejemplo, las tecnolog¨ªas de vanguardia que utilizan inteligencia artificial ayudan a salvar vidas, diagnosticar enfermedades y prolongar la esperanza de vida. En el ¨¢mbito de la educaci¨®n, los entornos virtuales de aprendizaje y la formaci¨®n a distancia han llevado los programas educativos a estudiantes que, de otro modo, quedar¨ªan excluidos. Los servicios p¨²blicos tambi¨¦n son cada vez m¨¢s accesibles y responsables gracias a sistemas que utilizan las cadenas de bloques y la burocracia es menos gravosa gracias a la ayuda de la inteligencia artificial. Los macrodatos tambi¨¦n pueden contribuir a que las pol¨ªticas y los programas sean m¨¢s pertinentes y precisos.

Sin embargo, quienes a¨²n no est¨¢n conectados siguen aislados de los beneficios de esta nueva era y quedan a¨²n m¨¢s rezagados. Muchas de las personas que se quedan atr¨¢s son mujeres, ancianos, personas con discapacidad o miembros de minor¨ªas ¨¦tnicas o ling¨¹¨ªsticas, grupos ind¨ªgenas y residentes de zonas pobres o remotas. El ritmo de la conectividad se est¨¢ ralentizando, e incluso invirtiendo, en algunos grupos. Por ejemplo, a nivel mundial, la proporci¨®n de mujeres que utilizan Internet es un 12 % inferior a la de los hombres. Si bien esta diferencia se redujo en la mayor¨ªa de las regiones entre 2013 y 2017, en los pa¨ªses menos adelantados aument¨® del 30 % al 33 %.

El uso de algoritmos puede reproducir e incluso amplificar los sesgos humanos y sist¨¦micos cuando funcionan a partir de datos que no son suficientemente diversos. La falta de diversidad en el sector tecnol¨®gico puede significar que no se da una respuesta adecuada a este desaf¨ªo.

EL FUTURO DEL TRABAJO

A lo largo de la historia, las revoluciones tecnol¨®gicas han cambiado la fuerza de trabajo: han creado nuevas formas y modelos de trabajo, han dejado obsoletas otras y han conducido a cambios sociales m¨¢s amplios. Es probable que esta ola de cambios tenga profundas repercusiones. Por ejemplo, la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo estima que el paso a una econom¨ªa m¨¢s ecol¨®gica podr¨ªa crear 24 millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo para 2030 mediante la adopci¨®n de pr¨¢cticas sostenibles en el sector de la energ¨ªa, el uso de veh¨ªculos el¨¦ctricos y el aumento de la eficiencia energ¨¦tica en los edificios actuales y futuros.

Mientras tanto, los informes de grupos como McKinsey sugieren que 800 millones de personas podr¨ªan perder sus empleos debido a la automatizaci¨®n de aqu¨ª a 2030, mientras que las encuestas revelan que la mayor¨ªa de los empleados temen no tener la formaci¨®n o las habilidades necesarias para conseguir un trabajo bien remunerado.

Hay un amplio acuerdo en cuanto a que la gesti¨®n de estas tendencias exigir¨¢ que cambiemos nuestro enfoque respecto de la educaci¨®n, por ejemplo, poniendo m¨¢s ¨¦nfasis en la ciencia, la tecnolog¨ªa, la ingenier¨ªa y las matem¨¢ticas; ense?ando aptitudes interpersonales y resiliencia; y asegurando que la gente pueda volver a capacitarse y adquirir nuevas habilidades a lo largo de su vida. El trabajo no remunerado, por ejemplo, el cuidado de los ni?os y de los ancianos en el hogar, necesitar¨¢ m¨¢s apoyo, sobre todo teniendo en cuenta que, con los cambios en el perfil de edad de las poblaciones mundiales, es probable que aumente la demanda de estas tareas.

EL FUTURO DE LOS DATOS

Hoy en d¨ªa, las tecnolog¨ªas digitales, como el agrupamiento de datos y la inteligencia artificial, se utilizan para rastrear y diagnosticar problemas en la agricultura, la salud y el medio ambiente, o para realizar tareas cotidianas como el desplazamiento en autom¨®vil o el pago de una factura. Pueden usarse para defender y ejercer los derechos humanos, pero tambi¨¦n para infringirlos, por ejemplo, controlando nuestros movimientos, compras, conversaciones y comportamientos. Los gobiernos y las empresas disponen de m¨¢s herramientas para extraer y explotar datos con fines financieros y de otro tipo.

Sin embargo, los datos personales podr¨ªan ser un recurso ¨²til si su propiedad estuviera mejor regulada. La tecnolog¨ªa basada en datos tiene el potencial de empoderar a los individuos, mejorar el bienestar humano y promover los derechos universales, seg¨²n el tipo de protecci¨®n que se establezca.

EL FUTURO DE LOS MEDIOS SOCIALES

Casi la mitad de la poblaci¨®n mundial est¨¢ conectada en los medios sociales. Gracias a ellos, las personas pueden hacer o¨ªr su voz y hablar con alguien al otro lado del mundo en tiempo real. Sin embargo, tambi¨¦n puede reforzar los prejuicios y sembrar discordia, al dar una plataforma a la incitaci¨®n al odio y a la desinformaci¨®n, o al amplificar las cajas de resonancia.

De esta manera, los algoritmos de los medios sociales pueden alimentar la fragmentaci¨®n de las sociedades en todo el mundo. Y sin embargo, tambi¨¦n pueden tener el efecto contrario.

EL FUTURO DEL CIBERESPACIO

La forma de gestionar estos acontecimientos es objeto de un amplio debate, nacional e internacional, en un momento en que aumentan las tensiones geopol¨ªticas. El Secretario General de las Naciones Unidas ha advertido de una ¡°gran fractura¡± entre las potencias mundiales, cada una con su propia estrategia de Internet y de inteligencia artificial, cada una con su moneda dominante, su comercio y su reglamentaci¨®n financiera propios y sus estrategias geopol¨ªticas y militares contradictorias. Una divisi¨®n as¨ª podr¨ªa crear un Muro de Berl¨ªn digital. Cada vez m¨¢s, la cooperaci¨®n digital entre los Estados, y un ciberespacio universal que refleje las normas mundiales para la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible, se considera crucial para garantizar un mundo unido. Un ¡°compromiso global para la cooperaci¨®n digital¡± es una recomendaci¨®n clave del Panel de Alto Nivel sobre la Cooperaci¨®n Digital del Secretario General.

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